El hormigón armado, al ser un material compuesto, requiere la trasmisión de tensiones de un material a otro, esto se logra a través de la adherencia. Un desempeño satisfactorio del comportamiento adherente es el objetivo más importante en los componentes de estructuras de hormigón armado, ya que este interfaz se puede presentar como el punto débil de una pieza de hormigón armado, por lo que si se produce un fallo de la adherencia, se puede llegar al fallo de la estructura. Una de las maneras de mejorar la adherencia de la interfaz acero-hormigón, es incorporando fibras en la matriz de hormigón, esto es por el confinamiento que producen, similar al confinamiento producido por la armadura transversal convencional. Por esta razón, y por el creciente uso del refuerzo con fibras en el hormigón para aplicaciones estructurales, interesa estudiar más a fondo el efecto que provocan las fibras en el fenómeno adherente. Se ha realizado una revisión de la literatura científica para determinar las variables más influyentes en el fenómeno de la adherencia. A partir de esto se ha desarrollado una amplia campaña experimental para analizar la adherencia de armaduras pasivas en hormigones reforzados con fibras de acero, a través de ensayo de arrancamiento de la barra, variando la resistencia del hormigón, el diámetro de la barra, el recubrimiento, la geometría y el contenido de fibras. Finalmente se ha cuantificado la respuesta obtenida y se ha comparado con hormigones en masa y hormigones armados con armadura transversal convencional.